El 25 y 26 abril se efectuó esta jornada, iniciativa organizada gracias al proyecto Fondecyt “Democracia y Stásis. La disidencia en la Grecia Clásica. Siglos VI – IV a.C.” del Dr. Paulo Donoso, profesor del Instituto de Historia PUCV, con el patrocinio de esta unidad académica y la colaboración del Grupo de Estudios GEIMA.
01.05.2022
“Agradecemos la participación de destacados académicos e investigadores que plantean en sus estudios distintas formas de abordar la democracia y la participación en los asuntos públicos en el mundo antiguo. Este fenómeno es analizado en esta jornada desde una mirada interdisciplinaria considerando la Historia Antigua, la Epigrafía, la Filosofía y los estudios de Recepción”, señaló el Dr. Paulo Donoso, académico del Instituto de Historia PUCV, y organizador de esta iniciativa.
El Dr. Ricardo Iglesias, director del Instituto de Historia PUCV, brindó un saludo de bienvenida a los participantes de la actividad. “La Jornada Internacional Estudios Clásicos y Democracia confirma el sello de nuestro Instituto de Historia. Destacados profesores que han pasado por nuestras aulas se han dedicado a la historia universal y estudios clásicos. Esta actividad, sin duda, es de gran relevancia precisamente en este año que cumplimos 70 años de existencia como Instituto”, destacó Iglesias.
La conferencia inaugural estuvo a cargo del Dr. Álvaro Moreno León (Universidad Nacional de Córdoba) y se tituló “Democracia y federalismo antiguos: el espejo político aqueo de los historiadores contemporáneos (siglos XIX-XX)”.
“Se ha dicho que el pasado es como un país extranjero que recorremos cuando lo estudiamos y donde conocemos a gente parecida a nosotros, pero también bastante diferente. Las aproximaciones de los historiadores modernos frente a la historia política de la Grecia Antigua de la misma manera han alternado entre actitudes de identificación y de alteridad frente a esa realidad histórica en las que han influido siempre las apuestas del presente de cada uno de los autores. En ese sentido hasta mediados del siglo XIX la democracia ateniense despertaba sospechas de parte de todos los sectores, incluso de los más progresistas, en cambio el modelo espartano, políticamente estable y virtuoso moralmente, o la Atenas arcaica, no la de Pericles, sino la moderada de Solón, entusiasmaban por igual a las legiones de ávidos lectores contemporáneos”, comentó Moreno León.
El académico agregó que todo comenzó a cambiar con la publicación de la historia de Grecia de George Grote, a mediados del siglo XIX (entre 1846-1856), cuando aparecieron sus doce volúmenes, que desde una perspectiva radical reivindicó exitosamente a Atenas y a su democracia.
“Esta monumental historia orientada a la defensa de la experiencia democrática terminaba abruptamente con la llegada de Alejandro Magno al poder, que en palabras de Grote era un tirano al que no debía verse como el héroe helenizador de oriente sino como el responsable de la destrucción del verdadero legado político de Grecia al mundo occidental, la polis autónoma democrática. De los escombros de sus conquistas surgió lo que Georges Grote, despectivamente, denominaba como la Grecia de Polibio, que era como entendía el periodo helenístico. Había obviamente una polémica dirigida contra los esfuerzos de un historiador alemán que desde 1833 venía intentando reivindicar la figura del joven rey Macedónico apoyado para ello en una rica tradición ilustrada europea”, aclaró el académico.
Desde el siglo XIX la Confederación aquea comenzó a ser estudiada de manera sistemática por los historiadores académicos contemporáneos. El interés radicaba en comprender el funcionamiento de una forma estatal antigua, más reciente que la Atenas clásica y que, en muchos puntos, podía verse como un fenómeno político más cercano a la experiencia política moderna. En principio, porque se trataba de un Estado mucho más extenso territorialmente, que había logrado antes de la conquista romana conciliar y articular hasta cierto punto la preservación de múltiples autonomías locales de las ciudades peloponesias que la conformaban junto con la emergencia paralela de un poder e instituciones federales comunes a todas las póleis miembros. Pero, también, cuya forma de gobierno había sido definida como democrática, por Polibio, pero que podía ser vista como una democracia diferente a la de la Atenas clásica. Más moderación, menos participación ciudadana, pero, sobre todo, con desafíos que se pensaban, por entonces, como análogos a los de la experiencia política moderna. El objetivo de esta investigación fue explorar algunas de estas visiones sobre el fenómeno político aqueo expresadas entre los siglos XIX y XX, prestando atención particular a las comparaciones y analogías explícitas e implícitas con las realidades históricas presentes de los historiadores que lo estudiaron.
En estas jornadas también se dictaron las siguientes presentaciones: “Participación itálica y construcción identitaria: Tito Livio y la romanidad”, Dr. Daniel Nieto Orriols (Universidad Andrés Bello); “SPQR y la ´democracia romana”, Dra. Catalina Balmaceda Errázuriz (P. Universidad Católica de Chile); “Que sea grabado en piedra”: perspectivas epigráficas sobre el conflicto y reconciliación ciudadanas en la Grecia postclásica (IV – I a.c.) de Juan Pablo Prieto Iommi (Université Bordeaux Montaigne); “Democracia y educación en el mundo antiguo: trascendencia, tensiones y conflicto” de la Dra. María Gabriela Huidobro Salazar (Universidad Andrés Bello); “¿Fueron los autores de textos antidemocráticos contrarios al sistema democrático? Una aproximación al Pseudo-Jenofonte y Critias” del Dr. Paulo Donoso Johnson (P. Universidad Católica de Valparaíso); “Expertos y expertise en las democracias griegas antiguas” de Felipe Soza (Harvard University) y “Ni dañar ni ser dañado. El epicureísmo y la polis” de Javier Aoiz Monreal (Universidad de Santiago de Chile).
Compartimos resumen de las ponencias en el siguiente link: https://www.ihistoriapucv.cl/wp-content/uploads/2022/04/resumenes-ponencias.pdf
Natalia Cabrera Vásquez
Instituto de Historia