Este estudio de Nicol Toledo obtuvo financiamiento del Programa para Formación de Capital Humano Avanzado (Conycit), a través de la Beca para Doctorado Nacional (2020-2022).
25.03.2020
La colonización de la Araucanía no solo implicó que el Estado desplegara un complejo cuerpo de trabajadores y recursos para su funcionamiento, sino que además se presentó como una oportunidad que facilitaba el acceso a la tierra para un número significativo de personas. Se pensaba que el proceso de colonización pondría fin al histórico problema de la frontera, incorporando a sus habitantes gracias al contacto y ejemplo que ejercerían sobre ellos los colonos, con lo que el Estado conseguiría finalmente la cohesión cultural y territorial que tanto añoraba.
Precisamente sobre esta temática se basa la investigación de Nicol Toledo, estudiante del Doctorado en Historia PUCV. Ella centra su estudio en el rol que cumplieron los colonos como particulares dentro del proceso de colonización y privatización de la Araucanía. Asimismo, este trabajo visualiza cómo ellos se apegaban a la normativa vigente para acceder a la categoría de colonos y a la vez cómo evadían los compromisos que los contratos de colonización les imponían.
Además, en esta iniciativa la estudiante profundizará sobre los alcances en el imaginario del Estado de aquella época con el objetivo de lograr esclarecer si éste fracasó como entidad fiscalizadora o si tal vez prefirió que el proceso se encausase de esta manera.
El problema que abordará esta investigación “es la propiedad de la tierra, circunscribiéndolo al eje espacio-temporal de la colonización y privatización de la Araucanía durante la segunda mitad del siglo XIX. Específicamente desde el gobierno de Manuel Bulnes donde se dicta la Ley de Colonización (1845) hasta 1925, año donde se pueden rastrear los beneficios económicos y materiales (ventas de terrenos) de quienes fueron favorecidos al obtener la categoría de colonos en su primera fase”, explicó la profesional.
Se identificarán los terrenos que se entregaron por concepto de colonización a distintos particulares, haciendo un seguimiento del uso que le dieron y cuánto tiempo lo mantuvieron a su nombre. El estudio también contempla qué porcentaje de ellos vendieron y cuánta fue la ganancia que consiguieron de estas transacciones. Simultáneamente se identificará cuántas de estas personas re obtuvieron la categoría de colonos y los beneficios que traía consigo.
“Lo novedoso de este trabajo es que el proceso de colonización ha solido abordarse desde una perspectiva simplista, en donde se dice que el Estado entregó los terrenos de colonización a extranjeros y que ellos se habrían visto beneficiados adueñándose de la zona. Esta investigación quiere visibilizar el papel que cumplieron los particulares, sobre todo colonos nacionales, quienes valiéndose del poco alcance que tenía el Estado en ese entonces, se aprovecharon de la circunstancia y de ciertos vacíos legales para re obtener esta categoría que les fue brindada en distintas zonas. Para mantener esta condición desplegaron los medios más truculentos como falsear la información que entregaban en las solicitudes para optar a la categoría de colonos, inventando hijos o alterando su estado civil,”, destacó Toledo.
La alumna agregó que éstos además incumplieron los contratos de colonización, ya que según ellos debían radicarse en el terreno otorgado, no obstante, los avances de su estudio le han permitido observar que muchos de los colonos subdividieron sus terrenos y los fueron vendiendo, generando un mercado de bienes de raíces a expensas del Estado, que se tradujo en un acumulamiento de tierras y una fuente inmensurable de riqueza económica, proceso que en su estudio ha denominado una “economía de colonización”.
Nicol Toledo postuló esta tesis a Conicyt el año pasado, organismo que acogió esta investigación otorgándole el financiamiento del Programa para Formación de Capital Humano Avanzado, a través de la Beca para Doctorado Nacional.
Natalia Cabrera Vásquez
Instituto de Historia