Los profesores Juan Cáceres, Ricardo Iglesias, Claudio Llanos, Salvador Rubio y Jaime Vito dictaron ponencias en este encuentro organizado el martes 27 de agosto de 2019 en la Universidad de Concepción.
29.08.2019
Más de veinte profesores de todo el país presentaron sus investigaciones en la V Jornada de la Cultura y Sociabilidad Política, actividad realizada el 27 de agosto en dependencias del Departamento de Historia de la Universidad de Concepción.
“Más allá de los símbolos: la nación desde la provincia. Siglo XIX” se tituló la conferencia del doctor Juan Cáceres. “El siglo XIX latinoamericano fue el siglo del nacimiento de un nuevo Estado que emergió tras las guerras por la Independencia: un Estado liberal controlado por las elites americanas. La balcanización como se ha tendido a llamar a este proceso de desintegración del viejo territorio del imperio español, terminó creando una multitud de países que se dieron su propia organización y sistema político. La adopción de sistemas Federales y centralistas respondieron a creencias e imaginarios que a realidades concretas por parte de sus elites y, en algunos casos, la fisonomía política última se atrasó por los conflictos internos en esos nuevos Estados”, informó Cáceres.
De acuerdo al académico, en Chile, el proceso de la construcción de la nación en términos macros no se diferenció de lo acontecido en otras realidades de América en cuanto a las fórmulas que los nuevos Estados implementaron para crear a los chilenos. El uso de la fuerza, la demonización del otro, el disciplinamiento de los sujetos al nuevo sistema, entre otros, marcó la pauta del nuevo orden. No obstante, en cada provincia, el proceso fue particular y vivió sus propias formas e intensidad de acuerdo con la aceptación del nuevo modelo político.
Cáceres mencionó que, en este contexto de los particularismos regionales y locales tensionados por este avance estatal en la formación del país, resulta relevante ver cómo se dio en las provincias de la zona central la arremetida de los principios e ideas de nación propugnados por las elites centrales que dirigían el Estado central y la forma cómo éstos se recibieron en la provincia.
“Aunque sabemos qué aconteció finalmente (el triunfo del centralismo santiaguino y la imposición de un modelo nacional de nación en el siglo XIX), carecemos de mayores detalles sobre cómo se dio tal proceso en las provincias”, precisó Cáceres.
Manifiesto de Cambridge
“Pensar la historia del presente de Latinoamérica: reflexiones a partir del Manifesto of Cambridge” se tituló la ponencia del doctor Ricardo Iglesias, director del Instituto de Historia de la PUCV.
“Los historiadores que impulsan el reciente debate del Manifiesto de Cambridge sobre la historia han postulado el surgimiento de una crisis en nuestra disciplina, pero también algunos caminos para resolverla”, explicó el doctor.
Agregó que la influencia de Fernand Braudel en las miradas acerca de la Historia y su cambio de paradigma es reconocido mundialmente en todas las escuelas de Historia. “Será él quien después de la segunda Guerra Mundial consolidará, en especial con la publicación del libro El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II, una visión acerca de la Historia donde se planteará el estudio que consideró los diversos tiempos históricos. Con este trabajo surge una nomenclatura que será utilizada en estudios y reflexiones historiográficas hasta el día de hoy”, puntualizó Iglesias.
La “larga duración” será el análisis de las estructuras o aquellos marcos económicos, geográficos e incluso espirituales que perviven y sobrepasan el acontecimiento y se logran distinguir claramente en los periodos largos de tiempo, la “coyuntura” o el tiempo medio serán por ejemplo las variaciones de salarios, de la tasa de interés, etc., y el “tiempo corto” se identificará con el acontecimiento, lo episódico e individual.
Esta forma de entender la temporalidad en la investigación histórica vino a romper la larga tradición de investigación con un fuerte énfasis en lo evenemencial o episódico de la Historia, y puso en la primera línea a los estudios que hacían referencias a lo estructural y coyuntural.
“Considerado de esta manera los estudios de la larga duración y su influencia en la historiografía mundial eran bastante promisorios en su desarrollo –y así lo fue durante varios años– pero algo habría ocurrido desde los años setenta del siglo XX en adelante en relación con los estudios históricos y con el propio quehacer del historiador que cambió el rumbo de las investigaciones, o por lo menos, así lo proponen los escritores del Manifiesto de Cambridge”, destacó el académico.
Será en este último aspecto donde resulta interesante el trabajo realizado el año 2014 titulado originalmente como “The History Manifesto”, que fue escrito por el historiador de las ideas y de Gran Bretaña, David Armitage de la Universidad de Harvard y la profesora de la Universidad de Brown, Jo Guldi. Según los autores la Historia habría dejado sistemáticamente de interesarse por problemas de larga duración, dejando de lado los postulados más interesantes de Braudel y centrándose en estudios de más corto plazo.
“El cortoplacismo sería según los autores el gran mal de la investigación actual, una especie de epidemia. El texto, de manera evidente buscaba tensionar la historiografía y generar una nueva polémica que hiciera fluir nuevos debates sobre la Historia y el presente, de manera especial en aquellos aspectos que vinculan al pensamiento histórico con los debates políticos”, concluyó el doctor.
Junta Militar y Neoliberalismo
“Los trabajadores como problema: el temprano núcleo neoliberal en las actas de sesiones secretas de la junta militar 1973 -1976” se denominó la presentación del doctor Claudio Llanos.
“Las sesiones de la junta constituyen una fuente histórica central para tener una perspectiva de los temas que la dictadura consideró relevantes desde los primeros meses de su existencia. La hipótesis que orienta la investigación es que durante los primeros años de la dictadura militar con colaboración civil (entre 1973 y 1976) es posible identificar núcleos de las propuestas neoliberales, especialmente aquellos que responsabilizaban a los trabajadores y sus características por los problemas económicos. Esto evidencia la temprana presencia del proyecto neoliberal dentro de las discusiones de la junta militar, revelándose que aspectos radicales de las reformas económicas impuestas por el régimen, particularmente en relación a los trabajadores eran seriamente considerados, antes de que estás tomaran mayor posición en el conocimiento y la discusión pública”, comentó Llanos.
Idea de Progreso en el siglo XIX
“Un mito hegemónico en el XIX. La representación de la idea del progreso en la prensa liberal de Chile y México. 1860-1880” se tituló la conferencia del profesor Salvador Rubio Andrades.
“Una de las formas de aproximarse a la modernidad es entenderla como una problemática, es decir, una situación sociolingüística que busca respuestas a preguntas concretas. En nuestro caso particular, esta problemática la situaremos contextualmente en cómo se interpretó la modernidad en América Latina en la segunda mitad del siglo XIX, tomando dos estudios de caso con un enfoque comparado: México y Chile”, informó el académico.
Como hipótesis el profesor planteó que el progreso como idea angular, que visibilizaba la problemática de la modernidad, cumple una doble función, por un lado, busca proyectar la construcción de un futuro distinto tanto del pasado como del presente en que se genera, otorgándole un carácter ontológico atemporal; y por el otro, es una herramienta retórica concreta para restar validez y legitimidad a quienes no se consideraban representados en esta idea, la cual nunca fue definida con precisión. Todo esto enmarcado dentro de un contexto general de construcción de Estados nacionales, en donde el proyecto de la modernidad se presentaba como el más sólido debido al prestigio de ser heredado de la tradición europea ilustrada, y que por lo demás le otorgaba legitimidad funcional a los grupos sociales que se hicieron del poder político, la riqueza económica y el prestigio social luego del triunfo republicano en las guerras de independencia.
Esta problemática la abordó con las herramientas metodológicas y conceptuales que ofrece la historia intelectual, y fue aplicada en el análisis de dos diarios en concreto, El Siglo Diez y Nueve para el caso mexicano, y El Ferrocarril en el chileno, puesto que la ideología liberal, y las distintas facciones políticas en que tomó forma, fueron quienes mejor se representaron en la idea del progreso.
Historia Política de la Pobreza
“Historia social de la pobreza e historia política de los pobres. Desde Oscar Lewis a Hernando de Soto, 1960-1990” se denominó la charla dictada por el doctor Jaime Vito Paredes.
Su presentación localizó un problema historiográfico en el cruce de la historia social con la historia política del siglo XX latinoamericano. Se trata de la caracterización de la pobreza y los pobres como problema social y político en el proceso de trasformación desarrollista que vivió América latina desde los años 1960 hasta la culminación de un ciclo hacia fines de los años 1980.
Natalia Cabrera Vásquez
Instituto de Historia