Hoy martes 11 de junio de 2019, reunidos/as en la ciudad de Santiago, se ha constituido la Red Nacional de Escuelas, Institutos y Departamentos de Historia, agrupación que congrega a las unidades académicas formadoras de historiadores/as y profesores/as de Historia del sistema universitario chileno, representadas por sus directores/as.
Nos hemos dado cita convocados/as por la coyuntura, por la reciente noticia que la enseñanza de la Historia perderá su carácter obligatorio para 3º y 4º años de enseñanza media. Medida que naturalmente rechazamos, pues en primer lugar constituye una mala señal a toda la sociedad al relegar el saber histórico al ámbito de lo prescindible, determinación que remite a un juicio emanado de un razonamiento estrechamente utilitarista y cortoplacista, que se afirma en un concepto unilateral de humanidad, ligándola tan solo al trabajo, la producción, el consumo y la técnica.
El saber histórico en cambio es el conocimiento de la libertad humana en su sentido más profundo, es decir no como mera facultad de elección sin elementos de juicio y con una gama de opciones limitadas presentadas como únicas, sino como el estudio de la apropiación humana de unas condiciones dadas para producir otras condiciones deseadas e inéditas. La historia como el saber de lo que fue posible en circunstancias en que el mundo se creía ya concluido, cerrado.
No creemos que sea posible la formación de la “ciudadanía” recortando esta dimensión humana. No creemos que se pueda ser sujetos autónomos en posesión de unas simples “instrucciones de uso” para la vida social.
La comprensión del presente, es decir de la definición de coordenadas en que se ubica cada uno/a de nosotros/as, es algo que se logra necesariamente mediante la reconstrucción de procesos de distinta naturaleza que nos permiten comprender también con qué contamos hoy para “poder hacer”. Por ello pensamos que esta reforma contribuye a abrir una nueva brecha, una nueva desigualdad entre quienes puedan pensarse con y sin orientación histórica. La desigualdad material es intolerable, pero no lo es menos la desigualdad en materia de pensamiento, de disponibilidad de herramientas intelectuales para darse alternativas de futuro.
Rechazamos esta modificación a los planes de estudio de nuestra enseñanza media, pero también nos ponemos a disposición para llevar adelante la necesaria reforma de la educación chilena, en un proceso que asegure una real participación de la comunidad, y la necesaria opinión de quienes llevamos adelante el saber disciplinario investigando, difundiendo, pero por sobre todo formando.
Suscriben:
Carlos Choque
Departamento de Cs. Históricas y Geográficas
Universidad de Tarapacá
Mario Matus
Departamento de Ciencias Históricas
Universidad de Chile
Cristina Moyano
Departamento de Historia
Universidad de Santiago de Chile
Pablo Whipple
Instituto de Historia
P. Universidad Católica de Chile
Ricardo Iglesias
Instituto de Historia
P. Universidad Católica de Valparaíso
Pablo Aravena
Instituto de Historia y Cs. Sociales
Universidad de Valparaíso
Antonio Rodríguez
Departamento de Historia
Universidad de Playa Ancha
Pedro Rosas
Escuela de Pedagogía en Historia y
Ciencias Sociales Universidad Academia de Humanismo Cristiano
Erna Ulloa
Departamento de Historia y Geografía
Universidad Católica de la
Santísima Concepción
Daniel Llancavil
Pedagogía en Historia,
Geografía y Cs. Sociales
Universidad Católica de Temuco
David Oviedo
Departamento de Ciencias
Históricas y Sociales
Universidad de Concepción
Andrés Sáez
Pedagogía en Historia,
Geografía y Ed. Cívica
Universidad de La Frontera
Robinson Silva
Escuela de Historia y Ciencias Sociales
Universidad Austral de Chile
Francisco Cisternas
Escuela Pedagogía en Historia y Geografía
Universidad del Bío-Bío
Elena Romero
Escuela de Educación en
Historia y Geografía
Universidad Católica Silva Henríquez
Francisco Torres
Pedagogía en Historia y Cs. Sociales
Universidad de Magallanes
Contactos y nuevas adhesiones a:
Pablo Aravena Núñez
pablo.aravena@uv.cl