El doctor Raúl Buono-Core inauguró el año académico de la Licenciatura en Historia de la Universidad de Concepción el pasado miércoles 24 de abril con una conferencia titulada “La Universitas: Lo clásico, lo moderno, lo actual“.
Por su parte el doctor Paulo Donoso, el pasado jueves 25 de abril, participó en el “Ciclo Diálogos de Historia: “Conflictos, estrategia militar e ideología en el mundo clásico” con la ponencia “La stásis en Atenas y el rol propagandístico de la historiografía griega” en la Universidad de la Frontera, en Temuco.
“La stasis significa disidencia, discordia, guerra civil, conspiración y revolución. Este fenómeno político aparece tempranamente en las fuentes griegas. En época arcaica, Homero, Hesíodo, Solón y Heráclito establecen el problema de la discordia como un asunto de índole moral, en donde las conductas humanas se organizan en relación a la hybris (desmesura). En este lenguaje político moralizante del arcaísmo, la stasis representaba una desviación inmoral que ponía en riesgo el buen gobierno (eunomía)”, explicó el profesor.
Con el advenimiento del siglo V a.C., la experiencia de la guerra contra Persia, la guerra del Peloponeso, el fin de las tiranías y el surgimiento de la democracia como sistema político en Atenas, cobraron protagonismo el pueblo y otros grupos sociales no considerados en los gobiernos aristocráticos precedentes.
“En este contexto, el gobierno del demos, transforma el rostro de la política y de la participación en Atenas, siendo este un modelo único en el Mediterráneo, en donde imperaban mayoritariamente monarquías orientales y tiranías. Las reformas administrativas de Clístenes, y la democracia radical de Efialtes, la democracia moderada personalista de Pericles, y luego las experiencias populistas de Cleón, Nicias y Alcibíades, siendo Nicias el último demócrata en el poder, convulsionaron el orden y la estabilidad que los grupos aristocráticos habían consagrado por siglos. La historiadora francesa Nicole Loraux estableció en 1987 que la stasis surge en el seno del oikos griego, es decir en el hogar. Las principales familias aristocráticas atenienses, veían cómo la democracia y el gobierno popular estaban craquelando los privilegios y prerrogativas de quienes decían ser herederos y portadores del areté homérico, es decir el valor en batalla y la virtud cívica”, precisó Donoso.
El académico agregó que a raíz de esta situación es que los principales textos históricos conservados durante el siglo V a.C. son principalmente de autores de origen aristocrático moderado o bien abiertamente antidemocrático. “No es de extrañar entonces que los padres de la historia, Heródoto y Tucídides hayan transitado por el bando antidemocrático, camino que también sigue el noble caballero ateniense Jenofonte”, concluyó el profesor.