Instituto de Historia realizó conversatorio sobre el Plebiscito de 1988

La cátedra de Historia de Chile Contemporánea organizó el Conversatorio “5/octubre/1988. Historia, Testimonios, Medios” que tuvo como objetivo realizar un balance a 30 años del plebiscito nacional de Chile del Sí y el No (referéndum sobre la continuidad del general Augusto Pinochet como Presidente o el retorno de la democracia).

08.10.2018

“Hoy celebramos que podamos reflexionar sobre uno de los acontecimientos de la historia reciente más importantes de nuestro país. Estudios revelan que tres de cuatro chilenos desconocen lo ocurrido el 5 de octubre de 1988, pero es labor de nuestra disciplina analizar y difundir este episodio sucedido hace 30 años”, señaló el doctor Ricardo Iglesias, director del Instituto de Historia en su discurso de bienvenida del conversatorio “5/octubre/1988. Historia, Testimonios, Medios”.

El doctor David Aceituno, profesor de la cátedra de Historia de Chile Contemporánea y organizador del encuentro, presentó una breve introducción sobre el contexto histórico de este plebiscito.

“El plebiscito de 1988 requiere de conmemoraciones, no sólo por aquellos hombres y mujeres que participaron públicamente, sino también por quienes colaboraron silenciosamente y merecen reconocimiento por la valentía de sus actos en un momento difícil para el país. Sin embargo, esta fecha es también un acontecimiento de nuestra historia reciente que se requiere mirar con detención. En este sentido, los testimonios, la memoria viva y la propia mirada de los expertos nos ayudan a hacer interpretaciones complejas de la realidad”, puntualizó el académico.

El profesor agregó que este plebiscito “no es un hito cualquiera, es más bien un punto de inflexión en un contexto con cientos de aristas que se extiende hacia atrás y hacia delante, situándonos de lleno en las luchas del pasado y los desafíos del futuro. No por nada se han escrito cientos de líneas testimoniales y literarias sobre dicho acontecimiento, como por ejemplo el libro Así lo vivimos del ex Presidente Ricardo Lagos; la obra del sociólogo Eugenio Tironi titulada Sin miedo, sin odio, sin violencia. Una historia personal del No, solo por mencionar algunos, pero también se han realizado varias investigaciones sobre el fin de la dictadura y el inicio de la democracia, donde politólogos, sociólogos, periodistas, historiadores han hecho diversos balances sobre esta temática”, afirmó Aceituno.

En la actividad expusieron Rodrigo González (diputado PPD) y Patricio Young (publicista). Además, la iniciativa contó con los comentarios de Eduardo Araya (Instituto de Historia) y Fernando Rivas (Escuela de Periodismo).

Reconstrucción del Tejido Social

El diputado Rodrigo González fue uno de los fundadores del Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU) y del Partido por la Democracia (PPD). Fue jefe de Campaña del “No” en Valparaíso (comuna que tuvo una de las más altas votaciones en esta opción).

“Este fue un proceso de muchos años donde el rasgo principal está marcado por la reconstrucción del tejido social del país. Veníamos de un periodo muy agitado, ya que en la Unidad Popular hubo una enorme cantidad de organizaciones sociales compuestas por pobladores, trabajadores y jóvenes, pero que la dictadura logró desmantelar por completo, persiguiendo a muchos de sus actores y eliminando cualquier forma de oposición o expresión libre distinto al régimen impuesto”, informó el diputado.

“Durante el periodo de dictadura se empezaron a organizar todos los actores no en función de ideologías políticas, sino que se asociaron a una visión bipolar de la sociedad. Los elementos de esta bipolaridad son varios, pero el principal era optar entre la democracia y la dictadura. Había otras distinciones, como la de trabajadores y empresarios, este último grupo que apoyaba este régimen y concentraba el poder político y económico, apropiándose de la riqueza de nuestro país. Se debe recordar que Chile tenía una gran cantidad de empresas del Estado y durante la dictadura hubo un proceso gradual de transferencia del capital acumulado que pasó a entes privados”, precisó González.

En su exposición mencionó la primera protesta en contra de la dictadura de Pinochet. “En mayo de 1983, los trabajadores del cobre llamaron a un paro y a una protesta en contra de este régimen. Aunque se pensó originalmente como una acción limitada, sus efectos fueron sorprendentes, ya que no solo protestaron los mineros, sino que se sumaron, en forma espontánea, sectores amplios de la sociedad civil. Las protestas de distintos grupos opositores se intensificaron con los años porque las personas comenzaron a perder el miedo a manifestarse”, expresó el parlamentario.

Campaña del No

El Plebiscito de 1988 marcó el inicio de la propaganda política televisiva en la historia de Chile. El “Sí” y el “No” se enfrentaron en la pantalla con espacios de 15 minutos cada uno, en los cuales daban a conocer a la ciudadanía las cualidades de una y otra campaña.

“Chile, la alegría ya viene” fue el simple, alegre y contagioso jingle considerado clave para el triunfo del “No” en el Plebiscito de 1988. Fue compuesto por Jaime de Aguirre, un experimentado director de televisión que en esa época estaba centrado en la música.

La campaña del “No” estuvo a cargo del demócrata cristiano Genaro Arriagada, quien tomó el desafío de lograr convencer al país del regreso a la democracia. Una serie de actores como Delfina Guzmán, Nissim Sharim, Carolina Arregui y diversos artistas se sumaron a esta franja, liderada por el periodista Patricio Bañados como rostro.

“Todos esperábamos la franja electoral porque era la primera vez que en televisión salía un mensaje distinto al del régimen militar. La dictadura tenía el control de casi todos los medios de comunicación, con una presencia activa en ellos y una fuerte línea editorial desarrollada en los mismos”, explicó el publicista Patricio Young.

El profesional aclaró que a pocos meses del plebiscito los problemas principales que se presentaban tenían que ver con temores, reticencias, dudas de mucha gente, que, aunque estaría proclive a votar por el “No”, tenía muchas dificultades para hacerlo por considerar que la democracia podía ser ingobernable, que no valía la pena participar porque no iba a ser reconocido el triunfo en caso de que ganara.

“La publicidad y la propaganda son cosas distintas. La publicidad busca persuadir, pero la propaganda busca convencer, lo que es más complejo. La campaña del No generó esperanzas en cambiar la historia y dio tranquilidad a la población por el futuro que se avecinaba”, opinó Young.

Comentarios sobre el Plebiscito

“No solo existió una prensa oficialista, sino que también hubo una prensa opositora que fue clave en la consecución de lo que fue el plebiscito del 5 de octubre. Las revistas Hoy, Análisis, Cauce o Apsi, desarrollaron toda una temática y una conciencia en contra de la dictadura, generando un ambiente de esperanza e ilusión con el triunfo del No”, comentó el doctor Fernando Rivas, académico de la Escuela de Periodismo de la PUCV.

“Cuando se aprobó la Constitución del 80 el proyecto de la dictadura y del general Augusto Pinochet era gobernar 16 años, pero sus asesores le aconsejaron dividir este tiempo en dos periodos de 8 años. Desde la perspectiva de la dictadura esto debía ser simplemente un trámite bajo un ciclo de crecimiento económico, que efectivamente en el año 80 era importante. Con la crisis económica del 82 y 83 eso cambió el panorama y por lo tanto esto generó un nivel de movilización. Entre el 86 y 88 la dictadura se encargó de re estabilizar la economía y la política de la época”, destacó el doctor Eduardo Araya, académico del Instituto de Historia de la PUCV.

Para el profesor el 5 de octubre es un punto de inflexión importante porque no hay muchos precedentes de dictaduras que pierdan plebiscitos. “A diferencia de otras dictaduras en Chile los militares no fueron derrotados. Al año 87 y 88 todos los intendentes y gobernadores regionales eran militares en servicio activo. Hasta el año 85 y 86 prácticamente todos los rectores de las Universidades eran militares en servicio activo o militares en retiro. El grado de control y participación de las fuerzas armadas sobre la sociedad chilena era excepcionalmente alto en comparación con otras dictaduras latinoamericanas. El obtuvo el 44% de los votos y las elites económicas apoyaban la dictadura, porque veían en ella un modelo de continuidad que les había resultado exitoso. Por lo tanto, esta imagen de fuerzas armadas derrotadas no era nada más lejos de la realidad en aquella época”, describió el académico.

“Derrotar una dictadura no es fácil y derrotarla con un lápiz y un papel es más difícil todavía”, concluyó Araya.

Este conversatorio se efectuó el viernes 5 de octubre en la Sala Olimpo del Instituto de Historia (Paseo Valle 396, Viña del Mar) y reunió a profesores y estudiantes de esta unidad académica y de la Escuela de Periodismo PUCV.

 

 

 

 

Natalia Cabrera Vásquez

Instituto de Historia