Profesor del Instituto de Historia expuso sobre la historiografía árabo-islámica a través del estudio de los prólogos

“El Mediterráneo como comunidad retórica. Una propuesta de estudio” se tituló la ponencia del doctor José Marín en el “VIII International Medieval Meeting of Lleida”, evento realizado entre el 25 y 28 de junio de 2018 en la Universidad de Lleida (Lérida), España.

19.07.2018

“La ponencia presentada en el International Medieval Meeting Lleida se propone indagar en la génesis de la historiografía árabe-islámica entre los siglos IX y X, a partir del estudio de los prólogos de obras historiográficas, en el marco del espacio Mediterráneo, para ponderar las posibles influencias de las cuales se va a nutrir. Es la continuación de dos proyectos Fondecyt adjudicados anteriormente donde analicé los prólogos latinos y bizantinos en época tardoantigua”, señaló el doctor José Marín, decano de la Facultad de Filosofía y Educación de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

En la ponencia dictada en la Universidad de Lleida y presentada en la sesión de clausura del evento, expuso sobre el proyecto Fondecyt Regular (2018-2020) “La historiografía árabo-islámica temprana a través de sus prólogos. Estudio de su valor en el contexto Mediterráneo. Circulación de la información e influencias en la construcción de la historiografía árabo-islámica de los ss. VIII-X”, donde el profesor es co-investigador.

“Con esta investigación se debería constatar una suerte de sintonía o consonancia mediterránea en la escritura de la historia, abarcando un arco temporal del siglo IV al X, y espacialmente desde el occidente medieval (siglos IV-VII). Precisamente, es en el espacio temporal que media entre los siglos VII y IX, cuando se constituirá un puente que conectará esos mundos, dada la conquista islámica del Cercano Oriente Medieval, donde la tradición grecorromana ya había calado con profundidad, a lo que se suma, la consolidación del primigenio Imperio Islámico a partir de la Batalla de Talas (751) y la conquista del norte africano por parte de la dinastía Omeya”, explicó el profesor.

Una primera etapa de la historiografía árabo-islámica tiene relación con el relato de las grandes gestas ligadas a la expansión y consolidación del primer Imperio Islámico, esto es, las conquistas de Mahoma y de los primeros califas, hasta la consolidación de la expansión en época Umaya y Abásida. “Fue entonces cuando, en un arco temporal que va desde el siglo VIII al IX d.C., dada la naturaleza del espacio conquistado, en cuanto a sus dimensiones, relaciones tanto culturales como económicas, los relatos locales y parciales se ordenan y adquieren una coherencia en una visión universalista. Precisamente, durante ese proceso de expansión fue que el islam, entendido como un constructo religioso y cultural, se encontró ocupando territorios donde antes se había afincado la poderosa presencia de antiguos imperios, como el romano bizantino y el persa sasánida, cuyo influjo será inevitable”, puntualizó el académico.

El profesor agregó que en ese espacio Mediterráneo se había desarrollado un pensamiento universalista que daba cuenta de una poderosa tradición imperial, por una parte, y una asentada tradición historiográfica, por otra, heredera esta de una antigua y prestigiada tradición retórica que hunde sus raíces en el mundo clásico. “Todo esto influyó, naturalmente, en la naciente historiografía islámica, pero, al mismo tiempo, es particularmente importante considerar el valor de la tradición persa en este primer momento”, puntualizó.

El doctor mencionó que más allá de las diferencias y peculiaridades de la historiografía árabe-islámica respecto de la historiografía cristiana —occidental u oriental—, su filiación con las tradiciones culturales, literarias e historiográficas del Mediterráneo, parecen evidentes, sobre todo en relación a cómo estas se fueron integrando en su etapa expansiva por la cuenca.

El académico destacó que se ha estudiado mucho la historiografía árabe, pero el problema de los prólogos y la idea de la historia que está allí expresada no se ha analizado. “Es posible afirmar que casi no existen estudios dedicados exclusivamente al problema de los prólogos en la historiografía árabe-islámica en su fase de gestación y primera expansión (ss. VIII-IX), analizándolos desde una perspectiva tanto histórica como literaria”, concluyó el profesor.

 

Natalia Cabrera Vásquez

Instituto de Historia