“Papel y papel sellado en Chile colonial: circulación, usos y carencias” se tituló la ponencia de la doctora Aude Argouse, profesora que está dictando un seminario para el Magíster en Historia del Instituto de Historia de la PUCV, y que además es investigadora de un Fondecyt Iniciación de la Universidad de Chile.
La doctora Aude Argouse encontró un documento de la Capitanía General de Chile de 1799, donde había una petición formulada por los ministros de la Real Hacienda, dirigida al Tribunal de Cuentas, y se establecía la necesidad de vender el papel sellado a los escolares para que pudiesen aprender a escribir.
“En ese documento se sintetiza el problema del papel sellado, su importancia en la economía de Chile, explicando que está en juego la educación y el aprendizaje de la escritura. Se aprecia una discusión y un trámite administrativo, pues como se trata de un papel sellado, no se puede vender como si fuera cualquier producto”, indicó la profesora.
Determinar por qué faltaba el papel y los mecanismos de distribución de este producto, que impedían satisfacer las necesidades de su consumo, son parte de su preocupación en el estudio.
“Había distintas categorías de papel sellado en América. La primera se utilizaba en cédulas y temas extraordinarios; la segunda para algunos testamentos; la tercera mayormente para los protocolos notariales que eran los más usados; y cuarta era la usada por los indios o los pobres, pero también para temas administrativos”, explicó la académica.
Los fabricantes de papel a fines del siglo XVIII eran catalanes y fue una voluntad del Rey Carlos III para fomentar la industria papelera en este lugar. “Un siglo antes, revisando las cuentas de la Real Imprenta de Madrid, he visto que los papeles eran genoveses, pues había una creencia de que el papel español era de mala calidad e iban abastecerse con ellos. Tengo pendiente averiguar si había papel italiano en Chile en el siglo XVII y en qué proporción”, aclaró.
En su exposición, mencionó a una persona clave en el proceso de distribución del papel sellado en Chile. “El tesorero del papel sellado, era la persona encargada del manejo y distribución del papel sellado, y por lo que hemos investigado era nombrado por el Cabildo. En la documentación aparece el nombre de Ignacio de los Olivos, que compró este oficio. Cuando él se hace cargo de la distribución del papel sellado, a partir de 1638 (durante 30 años), hubo un giro significativo, ya que expandió la repartición a casi todo el Reino de Chile, tarea que se optimizó, siendo más eficaz”, concluyó.
SEXTA SESIÓN 2017
Esta actividad fue la sexta sesión del Grupo de Estudios “Circulación de la información, objetos y personas”.
En abril del año 2016 se constituyó este grupo de estudios conformado por los profesores Ximena Urbina, Virginia Iommi, José Marín, Paulo Donoso y José Moráis, del Instituto de Historia de la PUCV.
Esta instancia nació con el objetivo de profundizar en los temas de investigación que los académicos vienen desarrollando y es una iniciativa que integra a los alumnos de pregrado, magíster y doctorado.
Por Natalia Cabrera Vásquez
Instituto de Historia