Instituto de Historia organizó seminario sobre los cien años de la Revolución Rusa

21.11.2017

El Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso desarrolló el Seminario “Transformaciones y Legado de una Revolución del siglo XX (1917-2017)”.

Con motivo de cumplirse este 2017 los 100 años del inicio de la Revolución Rusa, el Instituto de Historia de la PUCV abordó esta importante efeméride con presentaciones relativas a la historia e ideologías de la época, pasando además por las relaciones internacionales y las manifestaciones artísticas que se inspiraron en este trascendental episodio que marcó profundamente la evolución del siglo XX e impactó en el nuevo ordenamiento global que se reflejó posteriormente durante la Guerra Fría.

“Hoy estamos reunidos para apreciar como un acontecimiento tan emblemático en la historia ha sido percibido a lo largo del tiempo. Como unidad académica reconocemos la investigación universitaria de todos quienes hoy acuden a esta jornada. Estas actividades facilitan y promueven la investigación y fortalecen uno de los quehaceres centrales de la Universidad que es debatir y discutir acerca del conocimiento, de cómo se construye, se escribe y difunde”, señaló Ricardo Iglesias, director del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

“Las relaciones internacionales en el contexto de la Revolución y la inmediata Postguerra” se tituló la ponencia Eduardo Araya, académico del Instituto de Historia de la PUCV.

“Las revoluciones siempre tienen dimensiones internacionales y a veces sin este contexto no se puede entender este fenómeno. En el caso de la Revolución Rusa no se puede separar de la Primera Guerra Mundial, del impacto en la Rusia zarista y el esfuerzo de los alemanes de sacar a este país de la guerra porque Lenin y la cúpula de los bolcheviques estaban en Zúrich. Los alemanes contribuyeron al financiamiento de los bolcheviques hasta lograr que Rusia saliera de la guerra, pero además la Revolución generó una serie de efectos en otros países de Europa, de manera muy evidente en Alemania y Hungría”, informó Araya.

El académico consideró, en una primera etapa, otros aspectos por ejemplo el rol de potencias como Estados Unidos, Francia e Inglaterra en relación a esta revolución y finalmente el tema de la formación de la Internacional Comunista, “que no tiene que ver directamente con las relaciones internacionales en el sentido del rol de los estados, pero sí en el rol político importante”, explicó.

UNIÓN SOVIÉTICA

“Desarrollo de la URSS durante el siglo XX” se tituló la conferencia del profesor Armando Barría, académico del Instituto de Historia de la PUCV.

Su exposición abordó sobre las causas y motivos de la Revolución Rusa y lo que significó durante gran parte del siglo XX. “Algunos autores han planteado que el siglo XX perdura desde el año 1917 hasta la caída del régimen soviético, por lo tanto, a partir de esa lucha ideológica, de ese reto que tiene la sociedad occidental se termina el siglo”, destacó Barría.

“Otras perspectivas interesantes son el análisis de una sociedad trazada que intenta de diversas formas modernizarse. El marxismo reelaborado por Lenin y sus seguidores van a trazar una forma de entender la sociedad”, destacó.

¿CÓMO SE VIVIÓ DESDE VALPARAÍSO?

Posteriormente,  Gonzalo Serrano, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez; y Carlos Vergara, director de El Mercurio de Valparaíso, realizaron la presentación “La situación en Rusia, El Mercurio de Valparaíso y los primeros meses de la revolución”.

Serrano presentó la forma en que se vivió la Revolución Rusa en la ciudad puerto de 1917, sosteniendo que, durante todo ese año, “se ve toda una glorificación del proceso revolucionario, se genera la idea de que estaba muy claro cuáles eran los objetivos, las metas, cómo se iban a alcanzar, y el resultado final que es el éxito de la revolución. Sin embargo, cuando uno comienza a insertarse en los diarios de la época y revisa las principales portadas, se va dando cuenta de varios fenómenos interesantes”.

Uno de estos fenómenos es que, aunque muchas veces se hable de La Gran Guerra como un quiebre dentro de la historia contemporánea, “lo cierto es que no es una preocupación tan relevante en Valparaíso como uno pudiese imaginar, y ahí es donde uno comienza a aterrizar la historia. La guerra es importante, es fundamental, pero no necesariamente está presente de manera constante en la vida de los porteños de comienzos del Siglo XX”, comentó Serrano.

Carlos Vergara, en tanto, reflexionó en torno a la figura de los enviados especiales en distintas guerras a lo largo de la historia, cuestionando en muchos casos la independencia y realidad del relato. En esa línea, expresó, “hoy las guerras del Golfo, Irak, Afganistán, llegan hasta cierto punto, porque hoy en día son de otra cosa: de misiles. No de batallones ni pequeñas historias heroicas, sino de grandes decisiones tecnológicas”.

“Hoy en día uno puede tratar de entender una guerra, tiene todos los medios de comunicación al alcance de su mano. Hay a través de las tecnologías un inside que es imposible de detener. No sé si podemos confiar tanto en las nuevas tecnologías, medios de comunicación, redes sociales, pero sí es más difícil esconder las brutalidades y violaciones a los derechos humanos”, complementó.

IMPACTO Y LEGADO

La jornada terminó con un conversatorio a cargo de Ernesto Ottone, sociólogo del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Diego Portales, y Joaquín Fermandois, académico del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile, sobre el impacto y legado de la Revolución Rusa en el siglo XX.

“Si no hubiera habido revolución rusa, el mundo del siglo XX, de alguna manera, se habría parecido al que vivimos: habría habido comunismo, fascismo, movimientos revolucionarios, colonización. Cómo se articuló, cómo se organizó, tiene que ver con la época de las guerras mundiales y la Guerra Fría. Eso habría sido completamente diferente. El tipo de sociedad y el tipo de dilema en el que habríamos estado, no sería muy distinto, pero con diversa intensidad”, fue parte de la presentación de Fermandois.

El académico explicó que Rusia era “una sociedad en convulsión, algo iba a pasar. El resultado que tuvo es producto de la participación rusa en la I Guerra Mundial, la forma en cómo cayó el zarismo, la desarticulación que hubo inmediatamente después y el triunfo de los Bolcheviques. El resultado podría haber sido otro, pero eso articuló mucho, porque Rusia era de las grandes potencias, que aunque era semi subdesarrollada (lo sigue siendo un poco en el contexto actual), era con todo la quinta potencia industrial”.

Finalmente, Ernesto Ottone mencionó que la Revolución Rusa “se hace en un país donde existe un puñado de obreros y un océano de campesinos. Es el país donde está la autocracia más grande de Europa. A Marx no le gustaban los socialdemócratas rusos en un principio, pues los consideraba anarquistas, algo sediciosos, del partido campesino, del terrorismo que practicaba el hermano mayor de Lenin, de esta suerte de ilusión populista campesina, y de esta forma de actuar con cierto culto al irracionalismo”.

“Cuando viene este hecho fundamental para la revolución rusa, que es la I Guerra mundial, que hace explotar esa Europa de los imperios, genera la raíz de las revoluciones proletarias fracasadas de Alemania, de Hungría, provoca también la raíz del nacismo, del fascismo. Cuando comienza el debate al interior del Partido Social Demócrata ruso, éste se separa, y ahí se forma el primer grupo dirigente de la revolución”, explicó.

Por Natalia Cabrera y Nicolás Jara

Instituto de Historia / Dirección General de Vinculación con el Medio